El momento más esperado ha llegado: estás a días de cosechar y todo el trabajo que has hecho hasta ahora dependerá de lo bien que manejes esta etapa final. La última semana de un cultivo no solo define la calidad y el sabor de las flores, sino también cómo lucirán y cómo se sentirán al ser consumidas. Es un periodo crucial en el que cada decisión puede marcar la diferencia.
El lavado de raíces, también conocido como "flush", es una técnica esencial para quienes buscan obtener cosechas de la mejor calidad. Realizar este proceso correctamente no solo mejora el sabor y aroma natural de las flores, sino que también garantiza que estén libres de residuos químicos, polifenoles y exceso de nutrientes. Es una etapa clave que marca la diferencia en un cultivo artesanal o profesional.
El **lavado de raíces** es uno de los pasos más importantes para asegurar que tu cultivo alcance su máximo potencial, eliminando residuos acumulados y dejando flores listas para el consumo con un sabor, aroma y calidad excepcionales. Si estás en las últimas etapas de tu cultivo, probablemente te preguntes cómo hacerlo correctamente y qué beneficios trae.